sábado, 28 de septiembre de 2013

Que llueva, que llueva...

Empieza a llover. 

Ya comenzado el otoño disminuyen las horas y la intensidad de la luz. Aunque haga calor la luz es diferente, no es como en verano.

La lluvia y la disminución de las temperaturas nos va introduciendo irremediablemente en otra estación.

Algunos disfrutan en este tiempo. Los rigores del calor y los problemas de pesadez y la dificultad para dormir se van como por arte de magia.

Pero los problemas circulatorios siguen ahí. Sólo que el calor los acentúan en un modo concreto. Dilata los vasos sanguíneos y se producen retenciones de líquidos.

El frío: congela y contare. Ay. Y con ello produce dolor y rigidez.

La sangre circula más despacio, los músculos y los ligamentos parecen menos flexibles... Y eso duele. Las articulaciones se resienten.

Hay que modificar la dieta: canela, jengibre, hinojo, clavo, comino, cúrcuma... Nos ayudan a mejorar el estado de nuestro sistema locomotor y también digestivo.

Hay productos suplementarios y herbales específicos que nos ayudan con éxito. Son seguros para todos.

Bien abrigados y evitando que el viento frío nos llegue al cuerpo... Nos prepararemos para un buen invierno. 

Un abrazo desde las nubes de la sierra hoy en San Lorenzo de El Escorial.




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