domingo, 15 de febrero de 2015

El banco de la vida


La vida: quién iba a decir que toda una vida siendo #donante y en algún momento vas a necesitar tú de la vida de otro.

De la vida que otro ha alimentado con esfuerzo, con coraje.

Con el tiempo, el afecto, la ayuda desinteresada, un poquito de harina, un huevo para hacer mayonesa, 20 euros para salir del paso, los abrazos... ocurre lo mismo.

Se dan porque sí, a ese banco de la vida, y quedan guardados.

Y un día, tú recibes un abrazo sincero, la visita de un amigo con quien ver un partido, una caricia que seca las lágrimas, un bizcocho aún calentito, 100 euros (que la vida sube) o un litro de sangre que te salva la vida, igual que el bizcocho, en el momento oportuno.

La vida honesta, vivida desde el corazón, es un banco que no necesita rescates. Porque siempre hay buenas personas que no piden intereses.