Afrontar el cáncer es difícil. No lo duda nadie.
Como profesional de la salud, no sé vosotros queridos compañeros, pero yo, antes de que mis pacientes tengan las pruebas de seguimiento, rezo todo lo "rezable", a lo que creo y a lo que creen ellos, velas, ánimos, buena energía, que no falte, buena disposición, lo que haga falta; les veo las caritas cuando vienen con los resultados y lo vivimos juntos. Buenas noticias, fiestón, lloramos; así como que aún queda pero la cosa va mejor, fiestón, lloramos también; que no va tanto, lo vivimos juntos, vamos a por todas, o a por lo que quieran ellos. Y ante todo, respeto y mucho amor.
Pero cagüen... ¡Qué nervios!
Estamos en el mismo barco. Cada uno hacemos nuestro trabajo, pero nosotros los profesionales somos herramientas, vehículos; el mayor trabajo lo hace la persona que se enfrenta al cáncer, con coraje, con miedo, porque no queda otra, y mejor que sea adelante, siempre adelante. Viviendo con pasión.
Porque la vida, es fascinante.
