¡¡Feliz Solsticio de Invierno!!
Lo creamos o no vivimos en un planeta, en un sistema, en movimiento... Y vivimos ciclos. (a veces se nos olvida)
Ya en el punto del solsticio de invierno, celebramos el día más oscuro del año, en el hemisferio norte es el día en recibimos la menos cantidad de Luz.
Lo magnífico de la Luz del Sol es que nada puede ocultarse a ella. El Sol revela con su poder todos y cada unos de nuestros rincones y con ello ofrece la oportunidad de mejorar, y de brillar pues lo merecemos. Y ahora la Luz del Sol es más tenue, ha ido disminuyendo desde ese día de equilibrio entre luz y oscuridad del equinoccio de Otoño.
Es posible que te hayas notado extraño en estos últimos días, a medida que las noches, en el hemisferio norte, se hacían más y más largas.
Este Solsticio es un punto de inflexión y a partir de ese momento, las noches son un poquito menos largas y los días tienen más minutos.
¡¡La Luz Nace el día del Solsticio de Invierno!!
Y eso celebramos. El nacimiento de la Luz. Y que con toda seguridad la primavera llegará, la Luz crecerá y nos calentará. Celebramos que, a pesar de estar muy a oscuras, posiblemente asustados, la Luz llega. Con toda seguridad. El Corazón calentado por la Luz late de nuevo con más brío, con más alegría.
Este germen de Luz es cuidado como se cuida a un bebé recién nacido, como a un Rey, como a un ser Divino. El Corazón renace, y con atención, la Luz crece. Este germen de Luz, recibe los más preciados regalos.
Su cuidado depende de nosotros, cada día del año, para que vaya creciendo y dando frutos.
Cada Solsticio de Invierno es una renovación de nuestros votos de cuidado a nosotros mismos. Una muestra de la devoción que debemos sentir por nuestro Corazón, nuestro Rey. Y una muestra de la devoción que sentimos por el Corazón de los demás.
Renacemos.
La Tradición explica que una puerta se abre en estos días y se cierra el día de los Magos. Una puerta multidimensional que eleva nuestra frecuencia y nos hace sentir más en contacto con nuestro ser interno, con nuestra naturaleza.
El día de los Magos conmemoramos que nuestra recién nacida Luz Interior recibe unos regalos, unas bendiciones, porque somos humanos, reyes y creadores de nuestra vida y nuestra realidad. Cada uno de los Magos era representado con un color, alegoría de las fases de la Gran Obra: Negro, Rojo, Blanco.
Deja que tu Corazón reciba sus regalos, son tuyos.
