domingo, 23 de abril de 2017

Madrid - Barcelona. Mi padre y yo.

Los que me conocen saben que soy del Madrid, pero anti-nada. Vivo con ilusión y pasión, ya no el fútbol, sino el deporte, por sí mismo. Por lo que entraña de demostración de la majestuosidad (ya sé que es una palabra un tanto exagerada, pero es mi admiración hacia el cuerpo humano..), bien sigo... majestuosidad de lo que el cuerpo humano y la mente son capaces de hacer, del trabajo en equipo, de la lucha contra uno mismo,

Podemos ayudar a mejorar el rendimiento y ayudar a recuperarse antes tras el esfuerzo, y desde niña lo estudiaba y lo hacía con combinados "legales" de nutrientes, plantas y dieta, y horas de entrenamiento. Dedicaba mucho tiempo a intentar desmoralizar a mis compañeros de gimnasio que se metían cualquier cosa. Mi vida profesional sigue en parte por ahí porque "en la vida como en el deporte" lo importante es disfrutar del momento, cuidarse para que mañana y por muchos años, podamos seguir haciendo y disfrutando de estar vivios.

Pero hoy es un día de esos mágicos, poderosos. Emblemáticos y controvertidos.

Hoy echo de menos a mi padre, del Barça, culé y anti madridista (qué se le va a hacer) con quien mantenía duelos por teléfono, luego por Whatsapp, en cada clásico. Que a su edad, aprendió a buscarse la vida y ver los partidos en un ipad en webs se no sé ni dónde....

Nunca he discutido por fútbol con nadie, más que con mi padre, que odiaba a Cristiano tanto como yo admiro a Messi. Un día le puse un póster de Cristiano en la puerta de su baño a ver qué hacía al llegar a casa... fue glorioso...

Otro recuerdo que tengo de estos "duelos" fue enviarle en avión a mi hijo cuando tenía casi 5 años y sabiendo que el abuelo iba a estar nada más se abriera la puerta del avión en el finger, le mandé vestido del Madrid, de blanco inmaculado. Cuentan las malas lenguas que mi padre se rebotó bastante y amenazó con vestir al niño de blau-grana y llevarle a un estudio fotográfico para vengarse de mi.

Te echo de menos papá, y me gustaría tanto poder chatear contigo en cada jugada, en cada gol, y enfadarme por tus salidas de tono, ¡el futbol es así! que dicen. Miraré el Whatsapp por si allá, donde estés hay cobertura y me mandas algún mensaje.

Te quiero. Y, lo siento, pero ¡Hala Madrid! ;)

Nuria