Los cambios y la adaptación

Los cambios son inevitables. Antes o después lo que era deja de ser, lo que estaba ya no está. Nada existe para siempre, en el mismo modo.

Cambian los paisajes, cambian las montañas, cambian los cielos, cambian las personas.

Lo que nos parece invariable, es simplemente que no nos da tiempo a ver el cambio, o que es tan sutil que no lo percibimos.

Nosotros no somos los mismos que hace... unas horas, unos meses, unos minutos, unos años. Nos vamos haciendo por el camino de la vida, o el camino de la vida nos hace.

A muchas personas les produce inseguridad, a otras les da coraje, valor. Otras lo sienten como una aventura.

Si no somos los mismos, los demás tampoco. El mundo tampoco. El mundo se modifica como los hilos se entrelazan en el telar. Colores, nudos, dibujos, tramas... Lo invariable son patrones muy sencillos, leyes muy básicas, sobre las cuales se crean los cambios. Leyes muy básicas sobre las cuales avanza la vida y eso es el tiempo.

Adaptarse, sabiendo que nos estamos moviendo en el cosmos, es la gran proeza de cada día. El gran logro de cada persona. Adaptarse no es rendirse. Adaptarse a veces es adoptar o aceptar que otros pueden tener más razón que nosotros. O que debemos dejar de movernos y quedarnos firmes en una posición, o rebelarnos contra las imposiciones injustas que nos roban la dignidad. A veces adaptarse es dejarse guiar, o dejarse empujar, pues sin ese empujón no tendremos el impulso inicial.

Adaptarse es en realidad, "cambiar", adoptar las formas, pensamientos, patrones, creencias, modos de vida... que nos permitan resistir, crecer, y salir airosos como seres humanos y como Humanidad. 

Cambios y adaptaciones son lo mismo.  Son oportunidades.

Cambios y adaptaciones pueden hacernos ser mejores. La clave es obviamente saber reconocer cuando hay que hacer y qué, y cuando hay que no hacer y qué. 

La trama está, son unas leyes universales. El tejido se crea cada día. No seas un mero espectador.