Cuida lo que entra en ti

Los alimentos que incorporamos en nuestra dieta son fuente de los elementos necesarios para la vida. Cada día, cada segundo de nuestra vida, infinitas reacciones bioquímicas están ocurriendo que implican esos elementos.

Alimentos, agua, aire oxigenado: es lo que necesitamos para que nuestras células puedan vivir. Si ellas viven, nosotros vivimos.

El trabajo de cada célula implica la llegada de nutrientes y agua, junto con la utilización del oxígeno como combustible. Es bastante parecido al funcionamiento de un motor de automóvil: necesita agua (sino se recallienta...), necesita un combustible (gas, gasoil...) y necesita oxígeno para la combustión del combustible... vaya juego de palabras.

De la calidad de los alimentos que comemos, de la calidad del aire que respiramos, de la calidad del agua que bebemos, depende la capacidad de nuestro cuerpo de realizar TODAS las funciones: reparar tejidos, crear estructuras, renovar lo viejo y sustituirlo por lo nuevo, movernos, pensar, sentir, imaginar, descansar, controlar, proteger, comunicar... dar vida a un nuevo ser...

Cuanto más puros y limpios sean los alimentos, el agua y el aire: mejor.

"Cuida lo que entra en ti."

Esta frase es aplicable a "todo tipo de alimento" sea físico, mental o espiritual.

Cuida también el entorno, las ideas, lo que escuchas, lo que ves: cuida que todo lo que te rodea y percibas sea lo más puro y limpio posible.

Tan solo así podremos hacer que el mundo sea mejor, para todo y para todos.